El término “magia” proviene del antiguo persa “magus” que significa ‘ser capaz’, ‘tener poder’, y a su vez del sánscrito “maga” (ilusión). La magia se relacionaba con todo lo contrario a las leyes naturales.
Desde el principio de los tiempos las personas denominaban magia a todo aquello a lo que no podían encontrarle una explicación natural: el rayo, el fuego, el sol, etc. También se relacionó la magia con la hechicería y el mago era aquel capaz de llevar a cabo lo que otros individuos no podían. Adivinos, astrólogos, alquimistas, ocultistas, todos aquellos relacionados a lo sobrenatural eran denominados magos.
Pero a partir del siglo XVIII, la magia comenzó a relacionarse más con el arte que con la religión y el mago se definió como un artista capaz de hacer que el espectador disfrute el misterio de un truco. No se trató de hacer visible lo invisible sino de otra forma de mirar. Así, la magia se construyó como un arte más que tomó diferentes aspectos de otras disciplinas para enriquecerse con cada una de ellas y transformarse así, en un arte interdisciplinario. De este modo, la magia ocupó y ocupa un lugar en la cultura.
No tan lejos de aquellos siglos en los que lo maravilloso sorprendía a multitudes, actualmente los magos se suben a un escenario no solo para entretener, sino para revelar una pasión que conjuga la ilusión producida por el mago y el goce estético del espectador por el misterio.
Aprender magia significa, entonces, desarrollar la imaginación y la creatividad de los individuos, explorar otros mundos posibles e inaugurar nuevas formas de mirar e interpretar, guiados por un profesional capaz de desarrollar su vocación con el esfuerzo y la perseverancia.
¿Quién no ha visto alguna vez la cara de asombro y felicidad de un niño ante un truco de magia?
Es la invitación a un mundo imaginario lleno de sorpresas que despierta su curiosidad.
Ahora bien, además de esto, ¿qué ventajas tiene la práctica de la magia en el niño?
Aquellos niños que adoptan la magia como una práctica, no solo logran un ámbito de diversión y puro juego, sino que el aprendizaje de la misma les genera un crecimiento en su creatividad a través de la invención de nuevos trucos.
También promueve valores como el esfuerzo, la constancia, la paciencia, el gusto por el trabajo bien hecho, etc.
Por otro lado, los ejercicios de manipulación de ciertos trucos, estimulan la motricidad, tanto gruesa, como fina, mejorando, desde el punto corporal también, las posturas.
Desde lo comunicacional, encontramos que la práctica de la magia ante el público promueve mejoras en la comunicación tanto en la expresión verbal como en el lenguaje corporal (actitudes, gestos, etc.)
Otro aspecto en el que la práctica de la magia, realiza importantes aportes en la vida del niño, es en su autoestima. El ubicarse como centro de atención y admiración de pares y adultos, refuerza su capacidad de liderazgo, la confianza en sí mismo y la seguridad de si con una mayor autovaloración.
Desde lo cognitivo, el aprendizaje de cada truco, produce un desarrollo del pensamiento, estimulando sus capacidades y habilidades, como por ejemplo la compresión (necesaria para el entendimiento del truco), la secuenciación (el seguir los pasos necesarios para llevar a cabo el mismo), la memorización (la fijación, para llevarlo a cabo cuando sea necesario), la atención (la observación de todos y cada uno de los pequeños detalles incluidos) y la percepción (vista en como el mago atiende el estado del público, por ejemplo, durante el desarrollo de cada truco).
Por todo esto, la práctica de la magia en el niño, desde el punto de vista psicológico, permite generar aportes muy significativos para él y su crecimiento, como ya lo he expresado, en lo motriz, lo imaginario, lo cognitivo y lo comunicacional, entre otros.
El taller está dividido en tres niveles: Básico, Medio y Superior que dependen del desarrollo de cada estudiante y su capacidad de adquirir los nuevos aprendizajes.
En el nivel básico el estudiante ingresará al mundo de la magia aprendiendo efectos simples de realizar y de muy bajo costo de materiales. También se lo pondrá en conocimiento de los primeros detalles técnicos y artísticos de la especialidad.
En este nivel aprenderán juegos más sofisticados, de mayor exigencia manipulativa y una mejor representación artística. Se los asesorará ante la inquietud de compras de elementos mágicos.
En este último ciclo, conocerán mejores efectos mágicos, dado que su habilidad técnica y actoral habrá crecido a través de los anteriores niveles. También se los pondrá en conocimientos de las primeras figuras con globos (Globología). Tomarán contacto con los primeros lineamientos básico de puesta en escena y armado de personaje.
Al finalizar cada nivel, los alumnos harán una demostración de los conocimientos alcanzados en una actuación en un teatro a designar. A este evento podrán asistir familiares, amigos y público en general. De ser posible, será invitado un mago profesional para que los alumnos puedan observar cómo se despliega en el escenario y compartir un grato momento juntos.